El Gran Premio de Malasia nos ha dejado una carrera muy entretenida, con luchas en todos los frentes. La indiscutible y merecida victoria del Ferrari SF15-T a manos de Sebastian Vettel ha abierto la lucha por el campeonato. Pero también ha abierto muchas interrogantes en torno a si Ferrari ha conseguido reducir la distancia de casi un segundo por vuelta que le sacó Mercedes en Australia.
Se ha hecho evidente que el Ferrari trata mucho mejor los neumáticos. Esto no es de extrañar: el SF15-T es la primera criatura diseñada por James Allison para Ferrari, y parece haber heredado el buen trato de los neumáticos que exhibían los Lotus diseñados por él.
Los neumáticos para este Gran Premio han sido los «mismos» que el año pasado: duros y medios. Y entrecomillo lo de los «mismos» porque realmente se supone que este año los neumáticos son del orden de entre uno y dos segundos más rápidos que los del año pasado. O dicho de otra manera: son más blandos.
Y parece que ahí está la clave: se supone que entre mejoras de motor y neumáticos, estos coches son dos segundos más rápidos que el año pasado. Sin embargo, el mejor tiempo en 2014 fue de 1:39,008 en los libres 3. Este año sin embargo ha sido de 1:39,690, significativamente más lento. En los dos casos, los tiempos son de Mercedes. Sin embargo, Ferrari marcó, en ese mismo día, 01:40.156 en 2014 y 1:40.245 este año, también menor, pero no tanto. En los dos casos el tiempo de Ferrari lo marcó Kimi Räikkönen.
La explicación de este retroceso en los tiempos está en la alta degradación de los neumáticos: el propio Sebastian Vettel explicó tras los libres que los neumáticos se deterioraban incluso en la vuelta buena, de forma que si la vuelta de instalación se hacia muy rápida, luego el neumático perdía prestaciones antes de acabar la primera vuelta cronometrada.
Cabe concluir que en este circuito incluso los neumáticos más duros han sido demasiado blandos. En este escenario, la ventaja de Ferrari en este aspecto ha resultado clave, ya que le ha permitido compensar su menor rendimiento respecto a Mercedes con un mejor grip de las ruedas.
Y a partir de aquí, ¿qué?
Las especiales condiciones de este circuito han desvelado que Mercedes tiene un punto débil: los neumáticos. En el caso de que Pirelli seleccione juegos algo más blandos de lo recomendable para el circuito, buscando favorecer más paradas, parece que la superioridad de Mercedes se verá comprometida.
En los próximos Grandes Premios (no en los inmediatos, donde ya están comunicados los compuestos a usar) se verá si Pirelli se atreve con neumáticos más blandos de los habituales, poniendo contra las cuerdas a Mercedes, o si mantiene una elección conservadora, con la que Mercedes estará más cómoda y adaptada.